martes, 26 de octubre de 2010

¿Cómo hablar con los niños de la muerte del animal de compañia?

Anamaría Dávila, psicóloga infantil de Clínica Alemana, sostiene que es importante estar serenos al momento de comunicarles la noticia y validar los sentimientos de pena y rabia que surjan, otorgándoles apoyo y consuelo.

Por María Eliana Thomas P.
Periodista de Clínica Alemana

La muerte de un animal de compañia se trata de una situación que además de causar mucha tristeza, suele generar sentimientos de angustia y enojo en los niños, porque se presenta como un fenómeno nuevo y difícil de comprender a esa edad.
Frente a este tipo de situaciones, es común que los padres no sepan cómo contarles la noticia a sus hijos ni qué responder a las preguntas que ellos les plantean al respecto. Para orientarlos en esta difícil tarea, Anamaría Dávila, psicóloga infantil de Clínica Alemana, entrega algunos consejos sobre cómo abordar este tema con los niños. Asegura que lo más importante es acompañarlos, escucharlos, consolarlos y tranquilizarlos, pero acogiendo su pena y su dolor.

Cuando se muere una mascota de forma natural o en un accidente, ¿es conveniente decirles a los niños la verdad?
Sin duda la experiencia de perder a un nimal de compañia es siempre muy dolorosa para los niños e implica probablemente una de las primeras aproximaciones a la muerte. Por ello, es frecuente que los adultos tratemos de evitar el tema con ellos y les digamos que la mascota se perdió o se la robaron. Sin embargo, es importante ser honestos, comunicarle al niño lo ocurrido y facilitar la expresión de los sentimientos asociados al hecho, generalmente pena y rabia.

Anamaría Dávila, psicóloga infantil Clínica Alemana

¿Qué elementos se deben tener en cuenta al momento de explicarle lo que pasó?
Los adultos debemos intentar ser siempre figuras de contención, de apoyo y de consuelo para los niños. Por eso, es necesario estar serenos al momento de comunicarles la noticia, sin transmitirles nuestra propia angustia.

Es conveniente decirles la verdad, pero protegiéndolos de los detalles que puedan afectarlos aún más. Por ejemplo, se puede decir que el animalito murió, que no va a estar más porque estaba muy enfermo o porque tuvo un accidente, y que no está sufriendo. Es muy importante validar los sentimientos de pena y rabia que puedan sentir, haciéndoles ver que los adultos también están afectados, pero tranquilos.

Los niños necesitan explicaciones claras y concretas, que en lo posible estén al alcance de su comprensión. Es muy común que, al momento de encontrar esas explicaciones, ellos tiendan a sentirse responsables o culpables de lo ocurrido. Piensan que la mascota murió porque ellos no la cuidaron tanto, la trataron mal o no estuvieron suficiente tiempo con ella. Es importante que los adultos eximan a los niños de esa responsabilidad y les den explicaciones que los alivien de los sentimientos de culpa. También es necesario transmitirles serenidad, diciéndoles que la mascota no sufrió, que está bien. Ayuda mucho entregarles nociones valóricas y espirituales respecto de la muerte.

Cuando es necesario sacrificar a un animal para que no sufra innecesariamente, ¿cómo se le puede explicar la situación al niño?

Es muy difícil explicar a los niños este tema, pues fácilmente lo pueden interpretar como un acto violento y dañino para el animal de compañia. Por ello, es mejor centrarse en prepararlos para la muerte del animal, haciéndoles ver que está sufriendo mucho.
Si el animal de compañia está enferma y se sabe que va a morir, ¿cómo ayudar al niño a enfrentar la enfermedad y cómo prepararlo para el momento en que fallezca?

Los niños establecen vínculos afectivos con sus mascotas, por lo tanto, es inevitable que sufran al momento de perderla. Teniendo eso claro, es importante acompañarlos, escucharlos, consolarlos y tranquilizarlos, pero acogiendo su pena y su dolor.
Cuando un animal de compañia muere, ¿es recomendable adoptar inmediatamente otra? ¿Ayuda al niño a superar mejor la pena?

Es importante respetar el proceso de duelo que inevitablemente conlleva la muerte de un ser significativo para el niño. Existe la tentación de aliviar el dolor y la pena, reemplazando rápidamente al animal de compañia con otro animal no humano. Muchas veces es nuestra propia angustia (de ver sufrir a nuestros hijos) la que nos lleva a comprar inmediatamente una nueva mascota. Si bien se le puede decir al niño que buscarán otra más adelante, es importante respetar los tiempos de duelo, y favorecer los rituales de despedida y la expresión de los sentimientos de pena asociados a la muerte.

¿Qué otros consejos se pueden dar para enfrentar mejor este duelo?
Como la partida de un animal de compañia suele ser una de las primeras aproximaciones a la experiencia de muerte, es común que, asociado a ella, surja en los niños preocupación y a veces angustia ante la posibilidad de que otro ser querido muera. Es importante tranquilizar a los niños en ese sentido, diciéndoles que sus seres queridos se encuentran sanos y que están ahí para protegerlos. Hay que estar disponibles para escuchar y calmar sus ansiedades en forma contenedora y serena.

Publicado en www.alemana.cl
01/06/2010


1 comentario:

RespuestasVeganas.Org dijo...

AnimalitruS dice: "Nuestro ideal es que los animales tienen exactamente los mismos derechos que los seres humanos."


¿Cómo va a tener derecho un rana a ir a la escuela?... Lo que se pide para los animales no humanos son derechos básicos (a la vida, a no ser torturado, a ser libre, etc.), pedir los mismos derechos no tienen sentido porque no todos los animales tenemos las mismas necesidades e intereses.

Saludos,
David.