viernes, 1 de abril de 2011

LA MORTÍFERA CONEXIÓN PETA - SPA HOUSTON

[Houston, Estados Unidos] Vuelven a denunciar graves y escandalosas maniobras de la organización PeTA.

Como he declarado antes, no me gusta PeTA, People for the Ethical Treatment of Animals. Su guerra contra los esfuerzos inspirados en la filosofía llamada de Sacrificio Cero (No Kill) de protección de la vida es tan escandalosa como exasperante.

En el pasado, PeTA se ha hecho incluso tiempo en su apretada agenta de muerte para atacar y obstaculizar las iniciativas Sacrificio Cero en Houston.

Los habitantes de Houston empezaron a exigir reformas basadas en el Sacrificio Cero en el refugio BARC, financiado por el ayuntamiento de Houston en 2008.

Nos sorprendió malamente que PeTA, una organización que se proclama defensora de los derechos animales, empezara a atacar nuestros esfuerzos (“Los refugios Sacrificio Cero no son buenos“) y a Nathan Winograd (véase su respuesta).

En esa época, No Kill Houston era una organización nueva y pequeña, de modo que nos acercamos a organizaciones nacionales humanitaristas y pedimos su ayuda para combatir contra la agenda de asesinatos de PeTA en Houston.

La única organización nacional que respondió a mis pedidos de ayuda, además de Nathan Winograd, del No Kill Advocacy Center, fue Priscilla Feral, presidente del santuario Friends of Animals y Primarily Primates de San Antonio.

Durante una de nuestras conversaciones, Priscilla me contó una inquietante historia sobre PeTA y la Sociedad Protectora de Animales (SPA) de Houston. A la luz de los cuestionables allanamientos ocurridos últimamente y la negativa de la SPA de Houston a comprometerse con la filosofía de protección de la vida, esta historia parece particularmente pertinente.

El 13 de octubre de 2006, antes de que Friends of Animals se encargara del santuario Primarily Primates, PeTA pidió al fiscal general de Texas que allanara el santuario. PeTA había hecho suyas las acusaciones formuladas por un ex empleado descontento y un voluntario con planes de venganza personal. Ambos forjaron conexiones con PeTA, que les permitieron entrar al recinto del santuario. Se confabularon para hacer videos que mostraban al santuario de la peor manera posible y luego los entregaron al fiscal general.

Es verdad que había deficiencias en el santuario, ya que el fundador y director en esa época tenía problemas con el alcohol. Pero el objetivo de PeTA no era ayudar al santuario o a los animales. No. En realidad lo que querían era desmantelar el santuario. Una vez desmantelado, PeTA podría obligar a la venta del terreno, y la organización ya tenía un listado de potenciales compradores.

Un juez en Austin designó un síndico -recomendado por PeTA- para el santuario. Antes de que Priscilla pudiera contratar los servicios de abogados en Austin, el síndico fue instalado con un gran número de empleados y voluntarios de PeTA. Priscilla recuerda que eran un “deplorable montón de incompetentes, dirigidos por un síndico predispuesto a cerrar el santuario para cumplir con la agenda de PeTA.”

Más tarde el síndico admitió haber enviado a la muerte de 336 animales del santuario. Doscientos de estos fueron apartados y transportados en camión a la SPA de Houston a trescientos veinte kilómetros del lugar a la primera semana tras la llegada del síndico. Entre los animales había perros, gallinas de Guinea, ocas canadienses, varios ponis, un caballo de veintisiete años, pollos y otros. “Fue un acto de maldad.”

Friends of Animals escribió, envió por fax y telefoneó a la SPA de Houston para preguntar sobre los animales confiscados, pero la SPA no quiso colaborar. Feral dice que la SPA de Houston trató a Friends of Animales como si fuéramos delincuentes.”
 
 
Priscilla se lamenta, además: “Estoy segura de que la SPA de Houston mató a
todos los animales confiscados lo más rápidamente posible. Me rompe el corazón pensar en esa matanza y en lo despiadados que fueron. El caballo… ¿cómo pudieron enviar a un caballo sano a una organización tan deficiente como la SPA de Houston?, que es un centro que no responde ante nadie. Y los pollos, que paseaban libremente… Y todos los pavos que pudieron atrapar. ¿Qué esperanza tenían? Varios de nuestros gatos asilvestrados escaparon de los matones, lo mismo que nuestros pavos machos.”

A fines de abril de 2007, el fiscal general de Texas desechó todas y cada una de las acusaciones que se hicieron contra el santuario y pidió a Priscilla que presidiera la junta directiva de Primarily Primates.
Para rabia de PeTA, se llegó a un acuerdo. Pero era demasiado tarde para las 336 víctimas de los allanamientos de PeTA/SPA Houston. Doscientos animales fueron capturados y retirados de las instalaciones para no ser vistos nunca más. La SPA Houston nunca respondió nuestros pedidos de información sobre sus destinos, así tenemos que asumir que están muertos. Los otros 136 animales desaparecieron; muchos de ellos también están muertos.

PeTA también había ‘confiscado’ los primates, que fueron luego enviados desde el santuario a exposiciones y zoológicos. Primarily Primates recibió de vuelta a algunos de ellos, así como a un buey Longhorn en mayo de 2007. Algunos de los primates fueron enviados a otros dos santuarios en Texas y se decidió que era mejor, en el propio interés de los animales, que permanecieran allí.

Durante varios años me ha perseguido la pregunta de por qué los animales que fueron requisados en el santuario de San Antonio fueron enviados a la SPA de Houston que está a trescientos veinte kilómetros de allí y que es un centro de exterminio muy activo. San Antonio cuenta con otros refugios, y también otro montón de ciudades más cerca que Houston. Nunca lo puse en duda, pero las circunstancias que han asombrado siempre).

Hace poco encontré informaciones que arrojan más claridad sobre la situación y vincula más estrechamente a PeTA con la SPA de Houston.

Parece que la directora de la SPA Houston, Patty Mercer, y la de PeTA, Ingrid Newkirk, pertenecen ambas al directorio de la Fundación Ruby McKibben para la Protección de los Animales. (También obsérvese que la directora de la SPA de Houston, Sherry Ferguson, es miembro del directorio).


 Así, parece que Newkirk y Mercer se han unido para planear juntas esos allanamientos que finalmente causaron la muerte de muchos de los desgraciados animales atrapados. ¿Por qué no podrían ser amigos? Después de todo, ambos dirigen ‘refugios’ con una alta tasa de ejecuciones.

A la luz de estos cuestionables allanamientos, y de los espantosos resultados para muchos de los animales, la conexión PeTA-SPA Houston es una conexión en realidad muy inquietante.

Bett Sundermeyer

TOMADO DE: http://www.cpca.org.ar/
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